Sunday, December 28, 2014

Las Cartas De Rol-Tan - IV: Con El Corazón En La Mano

Empyrea
(Rol-Tan #8)
Querida Madre Natibeth:

Espero que te encuentres bien, porque yo no lo estoy. Recibí tu carta, tus consejos, tus palabras y tuve esperanzas, tuve fé. Hice exactamente lo que me dijiste, al pié de la letra... ¡AHORA TODOS ME ODIAN! Tal y como me dijiste que hiciera, me acerqué a hablar con cada uno, en privado...

Me dijiste que Giancarlo es una persona a la cual las palabras le pasan por encima de la cabeza, así que seguí tu consejo y le dejé las sutilezas a mis acciones y la simpleza a mis palabras. Cuando estuvimos solos, me armé de valor, tomé una silla, me senté frente a el tan seria como pudiera estar con tal de que entendiera de que no estaba jugando. Le dije:

-"¿Vienes aquí a probar suerte conmigo, a probar mi paciencia o a hacer uso del servicio? Porque yo no estoy a la venta..."

-"¿Por que me atacas?"
-"Te doy todo lo que me pides, pero apenas si tocas lo que pides, gastando mas tiempo en burlarte de las desgracias ajenas, robandote sus pedidos, y tomandote confianzas que yo no te he dado. ¿Es esa la manera en que muestras tu interes por alguien?, ¿Es esa la manera en que muestras tu aprecio o afecto por alguien? Por que, ciertamente... no está funcionando."

Como lo esperaba, la primera reacción que tuvo fue la de simplemente irse, así que tuve que pararle y decirle que no se trataba de huir, sino de ser conciente y responsable para con uno mismo. El... solo atinó a responder "soy alguien que hace, no que piensa" como si esa frase le exhonerara de ser responsable de sus actos. Hubo un momento de silencio entonces porque, ante eso, ¿que podía decir? Era ya muy difícil para mi encararle así: aun con sus torpezas, de cuando en cuando, el había tenido gestos para conmigo, aportando esto o aquello para mi... pero lo cierto es que uno no crea un gneumático a partir de parches de gebe. No se puede pretender vivir una vida siendo irresponsable de tus actos o de tus actitudes... por mas buen corazón que tengas. No es una excusa. No es propio de un adulto. Me tomé un aire y le dije:

-"Tu no eres una mala persona, y, a diferencia de mi padre, no guardo resentimiento para contigo... pero esto no puede seguir así. ... Cuando tu decidas que eso cambie, yo estaré allí, como siempre ha sido desde que llegué."

Aun así, lo que ha seguido es el silencio. Lejos de verse incitado a cambiar o a decidirse por algo, por estos dias tan solo le veo derrotado, triste, como si yo fuera la villana aquí, como si fuera mi culpa. Quizas... Hidden-san tiene razón... y la unica forma de ser la maid perfecta es ser alguien absolutamente distante y maquinario... alguien que se limite a seguir las reglas desapacionadamente y sin emociones de por medio. Quisiera... quisiera creer que no es así.

Me dijiste que Soul es una persona que sufre mucho porque todos le pasan por encima, sin mostrarle una pizca de amabilidad, gentileza, respeto, o consideración, así que seguí tu consejo y, aquella tarde, vestí mi mejor traje, solo para el, aun cuando no es mi estilo ponerme el traje oficial de maid, y cerré el local temprano, solo por el. Cuando llegó el momento, le serví uno de mis postres mas caros, Esperanza Del Mañana, totalmente gratis y sin costo, presentandoselo como una maid lo haría y, entonces, solté la bomba:

-"Soul... ¿por que gastas tanto dinero en pedirme tragos que solo usas para tratar de impresionar a los demas cuando sabes que no logras nada haciendo eso mas que dejarte a ti mismo en ridículo?, ¿Es esa la única razón que tienes para venir a este lugar?, ¿No vale, para tí, mi menú mas que eso? La ultima fuente de Lejano Oeste que pediste quedó abandonada tanto tiempo que le creció vida verde encima..."

En cuanto dije eso, la cara se le descompuso nuevamente, y solo atinó a remedar lenta y parsimoniosamente cada una de las preguntas que le había hecho respondiendolas afirmativamente, como intentando darles un falso y fingido tono dramático, como si todo fuera una puesta en escena, un guión, todo ficción. Aun cuando parecía darme la razón, todo lo que hacía era hacer que la pelota rebote, de tal manera que luciera como si fuera yo la victimaria, y el tan solo una victima miserable de las circunstancias. Aun así, le escolté hasta la parada del bus para despedirle aquella tarde. No hemos vuelto a cambiar palabras desde entonces, y solo se limita a pedir tragos simples estos dias, como el Dwarven Ale. No se le vé derrotado, como a Giancarlo, o preocupado como a César. Tan solo pareciera que el incidente nunca hubiera sucedido. Es en momentos como este que me pregunto si el que te importe realmente vale la pena...

Me dijiste que Oscar es una persona que siempre esta buscando retos, que admira a los mas grandes estrategas de la historia y que pasa gran parte de su tiempo estudiando, así que seguí tu consejo y, aquella noche, me presenté ante el con un juego de cartas cooperativo. No hizo obvio o patente su agrado, pero aceptó jugar conmigo y que le enzeñara. Comenzé enzeñandole una versión bastante básica del juego que no demoró en comprender a la perfección, a lo que reclamó: "este juego no presenta reto alguno". Entonces comenzamos una segunda partida, esta vez usando las reglas completas. No pasó mucho tiempo antes de que las cosas realmente estuvieran en nuestra contra, con pocas posibilidades. Al ver esto, y despues de unos minutos de silencio, me dijo:

-"No tiene caso. Guarda todo: este juego está perdido."

No podía creer lo que escuchaba: el estaba concediendo la derrota cuando el juego apenas si había llegado cerca de la mitad. Quizas soy muy idealista, quizas soy un poco terca en ese aspecto, pero creo que un juego debe jugarze hasta el final, como cualquier batalla. Por ello, le dije:

-"Aun podemos ganar. ¡Aun podemos hacer que cuente!"

Pero el tan solo tomo su baraja y me la entregó. Tomo sus cosas y se marchó mientras decía:

-"No pasa nada con un juego que no se puede ganar. No es justo y no tiene sentido."

Desde entonces las cosas han regresado, mas o menos, a la normalidad: el sigue ignorandome por mucho, como siempre, aunque, de alguna forma, siento que ahora es mas personal que antes. Nunca fuí importante para el y, parece, que ahora lo soy mucho menos. Supongo que lo único que tengo es mi empleo, ¿no, Mamá? "No olvides que estas allí para trabajar, no para hacer amigos" decía Hidden-san. Quizas tenga razón, al final. Por estos dias viene diciendo que quiere un festín especial, algo digno de un heroe, y no mas "platos simplones", así que supongo que seré, una vez mas, profesional, y daré lo mejor que tengo, aunque mucho me temo que no le vuelva a ver despues de ese último servicio.

Aun así, en medio de todo lo malo, pude darme un tiempo para darle un regalo de navidad a Papá. Siempre le veia muy triste cada vez que recordabamos la ocasión en que se le cayó la torta de Mira Estrellas, así que logré, con un poco de su ayuda y la de César, en volver a prepararla y quedó esplendida. Merendamos los tres ante nuestro exito con una copa de Corazón Rubí. Intenté decirle a Papá, de la manera mas sutil posible, que quizas el incidente original pudiera haber sido evitado si fuera un tantito mas rápido de reflejos o un tantito mas atento a su alrededor pero, como de costumbre, el se lo tomó como un ataque...

-"¿Me estas diciendo lento?"


...afortunadamente otra cosa tomó su atención y aproveche ese escape para disipar la tensión súbita del momento, que apuesto el no recordará ya. Bueno, supongo que es como tu dices, Mamá: el escucha lo que quiere escuchar y el resto... bueno... *Sigh*... Si tan solo me escuchara un poco mas, como tú. Supongo que soñar no cuesta nada...

Por estos dias ha llegado un cliente nuevo al local, una chica llamada Minaken. Aun estoy estudiando sus gustos para poder darle un servicio apropiado pero, al menos de momento, parece que vamos a llevarnos bastante bien, aun cuando parece un poco mareada por la manera en que yo tomo los pedidos. Supongo que es cuestión de costumbre, como con el resto. A juzgar por lo que viene diciendome, supongo que le traeré una Damisela Indomable, y ya tengo algunos otras dos buenas bebidas que pueden acompañar ese pedido: Galán De Armadura y Amor En Silencio. Pienso tambien agregarle un pequeño postre caliente: Cara De Bebé y, si queda espacio, quizas algo mas exótico como un Meditaciones Entrópicas, pero está por verse.

Espero que hayan celebrado una Navidad maravillosa en SteamFlame. Aquí no tuve gran fiesta ni nada similar, salvo la pequeña reunion con César y Papá bastante antes de la fecha. No obstante, aquella noche, podía escuchar los fuegos artificiales en la distancia, y recordaba la belleza de casa y sabía que estabas conmigo siempre. Lamento si, al principio, parecía que estaba molesta contigo, Mamá: no imagino eso posible.

Con amor:
Empyrea B. Tel'Hoon Paxx

Dissclaimer: Las opiniones vertidas por Rol-Tan no necesariamente reflejan las opiniones del escritor.

Saturday, December 27, 2014

Las Cartas De Rol-Tan - III: Los Clientes De Rol-Tan - Tercera Parte

Empyrea
(Rol-Tan #8)
Querida Madre Natibeth:

Quisiera que sepas que estoy bien y que, a pesar de lo que puedas leer aquí, no estoy dispuesta a rendirme. Esta carta se me antoja muy difícil de escribir, porque hay cosas en las que no quisiera pensar ya mas, pero si no las dejo salir, supongo que me molestarán por siempre. Solo quiero que sepas que, todo esto ya pasó, y estoy bien, entera, y aun trabajando duro: no tengo ningun resentimiento por esto. Simplemente, son cosas que han pasado.

Algun tiempo despues de todo lo que te conté en mis cartas anteriores, varias de las personas que se fueron regresaron y, sinceramente, me gustaría decir que las cosas mejoraron desde entonces... pero estaría mintiendo.

Soul fué el primero. Cuando regresó, decía tener ganas de probar algo diferente, algo que lo hiciera sentir afortunado y carismático, así que le ofrecí un Lucky Luke. Incluso, para mostrarle que me sentía contenta de que hubiera regresado, le regalé una baraja de naipes y le dije "Siempre tendras fortuna con esto. Nunca perderás". Por supuesto, nunca estuve tan equivocada en mi vida, y eso ni siquiera me ganó una disculpa o un "lo siento" por lo de mis manos. ¿Como puedes hacer ganar a alguien que no desea ganar? Quizas esa es la pregunta que debí hacerme desde un principio. Lejos de usar las cartas para ganar de manera honesta, Soul las desacró, arruinando el bello trabajo artesanal que tu habías hecho en ellas, Mamá, para transformarlas en naipes trucados para hacer trampa. Nunca confió en mi, ni en si mismo y, al final, su treta no le valió de nada porque, aun así, perdió. Jamas volveré a regalar algo que me has dado, Mamá: lo prometo.

Giancarlo fué el segundo. Por supuesto, el tampoco se disculpó por los vasos rotos: estaba demasiado ocupado derivando un extraño y mórbido placer de la desgracia ajena y escupiendo odio a mi pan de lembas. Aun así, tengo que actuar como una profesional y servirle a todos mis clientes: quiero que estes orgullosa de mi. En esta ocasión, Giancarlo pidió algo que si sabía beber: un trago fuerte y plano. No obstante, me pidió los ingredientes para hacerlo aun mucho mas fuerte de lo normal y, Dios, que era fuerte. Por primera vez parecía estar contento y eso me aliviaba, aun si el trago no tuviera buen aspecto o sabor, realmente. Tan solo era eso, fuerte. Viendolo tan contento en los dias subsecuentes, me atreví a ofrecerle un Caballero De La Vieja República, un De Vuelta Al Futuro y un Protocolo Dorado. Me sentí tan contenta cuando los recibió de buena gana, aun si demostró que no sabía como debían consumirse. No obstante, con el pasar de los dias, comenzaron nuevamente las quejas, en especial con respecto al De Vuelta Al Futuro, diciendo que "tenía demasiados sabores" y que el "solo estaba interesado en tragos simples". Me sentí triste, una vez mas, pero mi trabajo es hacer que mis clientes sean felices, así que le traje un postre especial, hecho con esmero: un Parfait Lunar, un dulce de sabor simple pero intenso y profundo. Fue entonces cuando sucedió. Quizas eran los tragos, quizas era simplemente su manera de expresar lo contento que estaba. Nunca lo sabré. El hecho es que cuando pasaba cerca de su mesa llevando algunas bandejas pude sentir claramente como me miraban de una manera que, ciertamente, no me hacía sentir nada comoda. Me dije a mi misma...

-"Vamos, Empyrea, los clientes son libres de mirarte como les de la gana. ¡Tu tienes que ser perfecta!"

... y traté de ignorarlo. Simplemente caminé como si no hubiera sucedido nada, hasta que el dijo:

-"¿Cuanto cuesta un beso de la cocinera?"
-"¿P-Perdón?"
-"¿Que acaso no es cierto eso de que el cliente siempre tiene la razón?"

¿Que podía decir ante eso? Era como ser víctima de el agarre de un luchador profesional ebrio del que no puedes zafarte ni usando todas tus fuerzas. Estuve al borde de entrar en pánico pero, afortunadamente, alguien me llamó y tuve la excusa para irme de la silla. Quiero... Quiero pensar que tan solo fue una broma pesada, que tan solo quería ver mi reacción. Sin embargo, por alguna razón... no puedo pensar eso.

Luego llegó un cliente nuevo, alguien mencionado por casi todas mis hermanas: Oscar. Cuando el llegó estaba emocionada. Despues de todo, había escuchado que el había sido cliente de muchas de mis hermanas y que se había tornado una especie de "conossieur" de establecimientos como el mio. Su pedido fue, como fuera de esperarse, una bebida en extremo obscura y con un dejo oriental, así que le sugerí un Hatori Hanzo y pareció complacido aun si no era muy demostrativo. Es un tipo extraño: comenzó a venir relativamente a menudo e intempestivamente solo para mirar la carta y los recetarios y estudiarlos por horas y horas. Eventualmente, quizo hacer una bebida que nunca antes se había hecho, pues la cantidad de ingredientes necesarios excede por mucho la capacidad de un vaso, así que fue necesario el conseguir una máquina especial solo para crear dicha bebida. Al final, tuvo exito, y la nombró Dragón En Las Nubes (un hermoso nombre, si me lo preguntas). Aun así, no terminaba de entender QUE era lo que realmente quería, pues no parecía realmente disfrutar lo que le daba, prestando atención excesiva a todo lo que los demas consumían. Siempre estudiando, siempre maquinando, siempre escaso de palabras con esa expresión soñolienta. En cierta manera, me hace sentir como si no tuviera relevancia o importancia, como si tan solo fuera otra Rol-Tan mas en la larga lista.

Finalmente, César regresó. De todos, fué el único que vino a mi ofreciendome una disculpa, aun cuando era el que menos me la debía. Estuve tan contenta cuando ví que al menos alguien aparte de Papá se preocupaba por mí aquí que me serví a crear un par de postres únicos solo para el como una muestra de mi gratitud: Pangea Púrpura y Linea-Tiempo Mística. Desafortunadamente, y en mucho semejante a Papá (con quien conversa bastante estos dias), se encuentra considerablemente desorientado respecto a la manera correcta de degustar estos postres la mayoría de veces, así que tengo que acercarme y mostrarle, pero no me molesta realmente: sentirse apreciada no tiene precio. En estos últimos dias me ha pedido un trago complejo pero colorido: Psiquismo Salvaje. Aun no sabe muy bien como se bebe, pero esta aprendiendo a apreciar su composición, textura, y los matices particulares que le hacen tan rico en variedad. Es algo que me da gusto. Es algo que... hace que sienta que estoy haciendo bien mi trabajo. No obstante, aun sigue dejando algunos platos despues de apenas tocarlos y, me pregunto. ¿Realmente es mi comida buena o la gente tan solo la come por cortesía? Digo, están pagando por ello... ¿Porque habrían de desperdiciarlo? ... A veces no entiendo a la gente.

Como puedes ver, Mamá, no todo ha sido malo, solo difícil. Estoy aprendiendo a sobrellevarlo, pero me gustaría saber lo que piensas tambien. Leer tus cartas me hace sentir que estas cerca mio, al igual que Papá, y que no estoy sola. Me da fuerzas para seguir adelante contra viento y marea. Gracias por estar allí y siempre contestarme con celeridad.

Con amor:

Empyrea B. Tel'Hoon Paxx

Dissclaimer: La opiniones vertidas por Rol-Tan no necesariamente reflejan las opiniones del escritor.

Friday, December 26, 2014

Las Cartas De Rol-Tan - II: Los Clientes De Rol-Tan - Segunda Parte

Empyrea
(Rol-Tan #8)
Querida Madre Natibeth:

¿Te encuentras bien? Sé que estos últimos meses han sido particularmente duros contigo y con el tío Seemos, así que espero sigan dando lo mejor de ustedes, al igual que yo. Como te prometí, tengo mucho aun que contarte sobre la gente que viene a visitarme durante los meses. Despues de que la mayoría se fué, aparecieron otras tres personas mas.

Una de ellas era una mujer muy extraña, llamada Dana. Desde el principio tuve muchos problemas con ella, pues parecía que no quería estar, realmente, en el local, y tan solo venía para intentar llamar la atención de los otros clientes. Era una pesadilla preparar cosas para ella porque parecía incapaz de articular oraciones coherentes, se "sentaba" en cualquier lugar que no eran las mesas, y me ignoraba por mucho la mayor parte del tiempo. Las pocas veces que me atreví a reclamar su atención, a sugerirle el que debería sentarse a la mesa, como los demas, o a decirle que un Banquete Azata no es un plato que una sola persona pueda comer y que tal cosa solo se prepara cuando hay una reserva previa especial, se molestaba conmigo diciendo que era "demasiado estricta" y que no quería nada ni remotamente semejante en sabor al menú de Yotsu-chan. Al final, dijo que se contentaría con cualquier cosa que tuviera un poco de magia, así que le serví un Sufflee-Jann pero, al final, simplemente no regresó. Sé que el tio Seemos habló con ella para que ya no viniera a "molestar" y que, a raiz de ello, tuvieron otros problemas un poco mas serios, y bueno... no le he vuelto a ver por aquí.

Despues vino un hombre del que Axis-chan me ha hablado un poco: Federico. Creo que... -7w7- ...si pudiera decir que tengo recuerdos realmente gratos, estan unidos a esa persona. El hombre tenía una energía arrolladora y creo que disfrutaba poniendome a prueba, haciendo muchos pedidos, como midiendo cuanto y que tan rápido podía dispensar. Era casi casi como una especie de juego (¿o, quizas debería decir coqueteo?), porque realmente me llevaba al límite, pero todo en buena fé. De hecho, despues de unos dias, al igual que Papá, Federico comenzó a pedirme los ingredientes de la barra para preparar algunos platos y bebidas por su propia cuenta. Nada demasiado complicado pero con muy buen gusto. Realmente estaba contenta con el, pero sentía que cada día que cerraba el local apenas si tenía suficientes minutos para cerrar los ojos antes de que estuviera en la puerta esperandome. Realmente me sentí muy triste cuando ya no volvió mas. Ni siquiera tuve chance de decirle adios, de decirle que realmente había disfrutado el tiempo que había estado conmigo. Tan solo se fué, como una briza de verano.

Finalmente, apareció un chico extraño llamado Miguel. El tambien parecía una persona muy agradable y tranquila, pero lo era tanto que nunca llegué a saber que pasaba por su cabeza. Las pocas veces que hablamos me dijo que había conversado contigo acerca de como yo y mis hermanas trabajamos tan duro y la gente no lo respeta o aprecia. Desafortunadamente, tambien me dejó saber que no podía encontrar lo que realmente quería en mi menú, y que se comformaría, por ahora, con un Conejo Astuto. Dado que era la primera vez que probaba algo como eso y, como no era lo que realmente quería, decidí ofrecerle un Dama Intelectual, cortesía de la casa. No obstante, despues del último apagón que tuvimos, el no volvió mas, aun cuando lo esperaba con algunos otros platos y bebidas listas. Una vez mas, me dejarón con todo hecho.

Tengo algunas cosas mas que contarte, Mamá, pero una vez mas, la carta se me está haciendo muy larga, así que reservaré el resto para la próxima vez. Te adoro y te extraño bastante. Por favor, mandale saludos a mis hermanas y a mi hermano Scoundrel-kun. Los quiero a todos y pienso en ellos todo el tiempo. Seguiré dando lo mejor de mi.


Con amor:
Empyrea B. Tel'Hoon Paxx

Dissclaimer: La opiniones vertidas por Rol-Tan no necesariamente reflejan las opiniones del escritor.

Las Cartas De Rol-Tan - I: Los Clientes De Rol-Tan - Primera Parte

Empyrea
(Rol-Tan #8)
Querida Madre Natibeth:

Sé que he debido escribirte con anterioridad, pero me encontraba tan ocupada intentando adaptarme a todo lo que ha venido sucediendo desde que me enviaste a este lugar que apenas si he podido, ahora, darme un pequeño respiro para escribirte (y ello postergando un kiloTRON de cosas que tengo que hacer). Bueno, si estas recibiendo esta carta, pues supongo que puedes aliviarte: aun no estoy muerta y esta carta será un poco larga porque tengo mucho que contarte. Tenme paciencia, for favor, ¿si?

¿Recuerdas cuando me enviaste aquí? Ambas pensabamos que tan solo sería algo temporal, y que en unos cuantos meses estaría de vuelta en SteamFlame junto a los demas. Pero, supongo que tenías razón, Mamá: las cosas rara vez salen como una las planea cuando se trata de servir a los demas y ahora ya van 3 años que estoy aquí y no me extrañaría que llegara a haber un cuarto, pero algo me dice que solo hay dos posibilidades en ese respecto: o las cosas comienzan a mejorar o regreso a casa en una ambulancia como ha pasado con Axis-chan, Yotsu-chan, Forbi-chan, Rhodi-chan, .... bueno, el resto.

¿Sabes? Al principio era facil. Cuando recién llegué, todos me prestaban atención y parecían ansiosos de conocerme a profundidad. No conocía a estas personas pero... me sentí querida, ¿sabes? Pero, al poco tiempo, fue como Aeon-chan y Axis-chan me advirtieron que sería: comenzaron a dejar de estar contentos con lo que les daba, a pesar de ser exactamente lo que me habían pedido. Al principio no le tomé mayor importancia y me dije:

-"Es solo que se han percatado de que puedes dar mas que esto, Empyrea. ¡Ponle punche!"

...pero luego ya no solo era que no estaban satisfechos; ahora estaban enfadados conmigo. Primero fueron miradas frias, luego refunfuñes y, finalmente, protestas y demandas. No podía creerlo, Mamá. Yo... Yo creía que seriamos amigos... Tu, tu me dijiste que mi misión era enzeñarles el sabor de "ser parte de la leyenda"... ¡Pero nunca mencionaste que el peor obstaculo serían ELLOS MISMOS!

Aun así, he aprendido a quererles... aun si no es recíproco, ¿sabes?

En un principio, mis únicos clientes eran 2 chicos. Parecían gentiles y agradables, aunque ambos me pedían tragos muy amargos. Uno de ellos, llamado Soul, quería algo que le recordara a la vida difícil de alguien perseguido, así que le preparé un Forajido En La Montaña y, como juzgué que me había quedado demasiado amargo, pues decidí tomar prestado del recetario de Axis-chan y ofrecí una Menta De Versailles y una Dama De Rodio. En un principio, el chico se deshacia en elogios para conmigo, especialmente cuando venía el momento de pagarme, en el cual, inevitablemente, siempre pasaba lo mismo: no tenía suficiente y se quedaba corto por unos cobres. No queriendo arruinar el grato momento, siempre se lo perdoné... hasta que los cobres se tornaron platas y entonces comenzó a suceder: el semblante comenzó a cambiarle y venir a verme se le hacía mas un traste que atender mas que un placer, cuando tan solo le traia lo que el me pedía. Un dia, finalmente, me pidió lo de siempre y, bueno, para servir una Dama De Rodio, tienes que agitar la botella bastante y servirla de inmediato y luego esperar que se entibie un poco. Cuando fuí a servirle, el chico había desaparecido y, al no vertirla a tiempo, la botella reventó en mis manos. Desde entonces me han quedado quemaduras y cortes en los brazos y manos, pero no es nada grave, no te preocupes. Quizas lo que mas me dolió es que el sabía perfectamente que su pedido era potencialmente peligroso y no tuvo ningun reparo en abandonarme sin avisar con tiempo que cancelaba su orden.

El otro, llamado Giancarlo, fue mas que preciso en su pedido:

-"Quiero un General Lamento!!!!"

...así que le dí lo que me pidio, aun cuando le advertí que era un trago MUY amargo y que muy pocas personas podían aguantarlo sin problemas. Naturalmente, no tomó mucho para que me diera cuenta de que no tenía la mas remota idea de como se beve un trago de ese tipo y al poco rato me estaba pidiendo todo tipo de ordenes disparatadas con tal de sacarse el amargo de la boca. Siendo un trago tan difícil y fuerte, traté de ofrecer sabores que no contrastaran demasiado y mantuvieran el "tema" del trago original, así que traje un Carroza-9 y un Maria-Carroña pero, lejos de ayudar, solo logré hacer las cosas mas amargas, así que decidí traer algo dulce: un pequeño postre. Me temo que aquel Rata Blanca le sentó terrible porque, evidentemente pasado de copas, el hombre comenzó a hacer barbaridad y media, robandose cosas de las mesas de otros clientes, dejando a medias una orden completa de Lembas, poniendose a conversar con los soldados de plomo de el estante y, finalmente dejando caer de su mano el vaso de Carroza-9 con un estrepitoso crash. Le pregunté por que había hecho eso y me contestó:

-"Era muy debil!!! Y el Lembas me ha caido pesado!!!"

Y diciendo eso, partió refunfuñando cuando Papá intentó reprenderle por su conducta. Hasta ese momento le había percibido como un tipo bonachón de los que entienden mas las cosas haciendolas que diciendolas, pero luego me dí cuenta de que habían muchas ocasiones en las que me había pagado con monedas falsas, aprovechandose de mi confianza en su buena fé.

Oh, es cierto: Papá ha estado por aquí, ¿sabes? Comenzó a venir al poco tiempo que abrí el local, pidiendo su té de Bruja De Comarca. Es raro porque, la primera vez que se lo serví le cayó terrible (no sé como es que un té te puede caer tan mal), pero despues todo ha salido bastante bien. Tener a Papá cerca me hace sentir mas tranquila, pero la parsimonía con que hace las cosas y esa proclividad que tiene a distraerse tanto con lo que lee me hace sentir un poco como que no logro impresionarle mucho con lo que hago. P-Pero está bien, despues de todo, tu me dijiste que el ES así y que, aunque no sepa mostrarlo muy bien, me quiere. Aun recuerdo el día en que, por accidente, mandó al suelo una torta completa de Mira Estrellas despues de haberme tirado casi una semana entera preparandola para el. Casi me pongo a llorar delante de el y el, muy para mi sorpreza, se mostró visible y sensiblemente afligido. Creo que desde entonces a intentado ser un poco mas atento conmigo y hasta ayudarme, pero se toma tanto tiempo haciendo cada cosa que me veo forzada a dirigirle y estar tras el cada vez que quiere brindarme su ayuda. Aun así, es Papá, lo adoro, y te manda muchos saludos y besos.

Ah, ya se me estaba olvidando mencionar a mi tercer cliente: un chico llamdo César. Atender a César fue un reto desde el principio porque... ehm... pues no parecía estar muy seguro de que quería realmente. En un principio tambien pidió algo amargo, así que le dí un Pantanal pero, al final, terminó sediendoselo a Giancarlo, quien termino tomando toda la mesa para sí, incluyendo un plato de Nadia & Maya (que tomé del recetario de Forbid-chan y le agregué algunos matices del recetario de Gatas Pistoleras). Al final, el chico tomó un poco de Maria-Carroña y se fué a casa sintiendose terrible, dejando buena cantidad de sus pedidos a medias o incluso intactos. Se veía como alguien agradable, pero no parecía querer realmente nada de lo que había pedido: mas de una vez le encontré jugando con la comida o las bebidas, mirandolas como un niño aburrido.

Hay bastante mas que contar, pero esta carta ya se me está haciendo demasiado larga, así que te lo reservaré para la próxima, Mamá. Sé que has estado algo delicada de salud así que cuidate mucho, ¿sí? Sé que estas dando lo mejor de tí, así que yo seguiré haciendo lo mismo. Solo espero que sea suficiente, eventualmente.

Con amor:
Empyrea B. Tel'Hoon Paxx

Dissclaimer: La opiniones vertidas por Rol-Tan no necesariamente reflejan las opiniones del escritor.