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| Luiinel |
Era esta una voz de mujer. Aun cuando rebusco en mis memorias no puedo encontrar a quien pertenece. Solo sé que se me hace muy familiar, demasiado tal vez y, eso, en cierta forma me molesta, aunque no podría decir, a ciencia cierta por qué. Mas aun, siento que yo estaba haciendo otra cosa, algo mas importante, pero es como sucede en los sueños: un despertar abrupto solo deja la sensación de los recuerdos destruidos. Lo primero que mis ojos vieron fue aquel cielo estrellado, lleno de colores. Nunca antes había visto el cielo nocturno tan plagado de colores, ni tampoco había visto nubes como esas, estáticas y semi translucidas, suspendidas en medio de la noche, refulgiendo con un brillo propio. Pero, conforme mis ojos bajaron, lo primero que pude divisar en el horizonte mas próximo fue aquel trono desde el cual la portadora de esa voz se dirigía hacia mi. Un trono magnífico, esculpido en mármol blanco, posiblemente con detalles mínimos como para sobresaltar su elegancia en su simpleza. No obstante, si algo realmente llamaba la atención, era aquella quien se sentaba en el trono. Era esta una mujer de apariencia humana, pero de una finura exquisita, propia de aquellos que claman descendencia de las sublimes entidades celestiales. Tez clara y límpida, un cabello castaño obscuro recojido en una cola de caballo ligeramente por debajo de la nuca, adornado por una curiosa bincha de triangulos negros y dorados y, finalmente, ojos de un deslumbrante dorado. Vestía ella una comoda y holgada túnica de telas blancas que parecían estar allí mas para cubrir sus modestias que para vestirle, a la usanza de las gentes de otrora, pues su brazo derecho se encontraba completamente recubierto de una intrincada y detallada armadura dorada, posiblemente construida de una aleación basada en oro y bronze o, por lo menos, tratada para lucir así al igual que los demas accesorios que vestían su muñeca izquierda, su brazo izquierdo y sus pies (estos últimos, a manera de sandalias).
(Dama del trono)> [Apoyando su codo en el respaldar derecho del trono, y su rostro en su mano] No se suponía que regresaras tan pronto, Luiinel. Aun había mucho por hacer.
Luiinel> [Visiblemente confundido][ó.o] ...
(Dama del trono)> Ahora, ¿que se supone que haré para que regreses? ... *Tch* [Cerrando los ojos y estirandoze] Menudos jugadores nos han tocado. [Encogiendose de hombros y poniendo las manos a los lados] ¡Mira que devolverme mas de 10 fichas en menos de 1 año! [Meneando la cabeza y regresando a su posición inicial] ¿Como se supone que rompa el ciclo con jugadas tan burdas como esas?
Luiinel> ... [Mirando a la mujer] ¿Quien... es usted?
(Dama del trono)> Oh, es verdad, probablemente no me recuerdas para nada. Mi nombre es Hekate pero, por favor, llámame "Keith". Sé que nuestra relación no es tan cercana como aquella que tienes con Aludra pero- [Interrumpida]
Luiinel> Aludra... [!] ¡Es cierto! ¡Yo...! [Tocandose el pecho viendo que no hay heridas]
Keith> Ah, no te preocupes por ella, querido: por un momento pensé que no lo lograría, pero lo hizo. *Sigh* De hecho, fue una jugada muy inteligente de su parte el enterrar tu cuerpo en el hielo. Lástima que aun falte demasiado tiempo como para que adquiera el poder necesario como para poder revivirte. *Sigh* Revivir a alguien no es facil, ¿sabes? La gente se lo toma muy a la ligera porque lo paran viendo en la TV todo el tiempo, pero lo cierto es que es algo muy complicado y hay mucha información que se pierde en la conversión.
Luiinnel> ¿Conversión? [ó.o]
Keith> Por supuesto, querido. En este momento, tu conciencia está operando a una frecuencia muy distinta de la que sueles estar acostumbrado, y es por ello que, probablemente, te sientes un poco idiota e inconexo. Descuida, es normal: despues de todo, tu cerebro debe estar haciendose pudín gris mientras hablamos lo que, naturalmente, afecta de manera directa tus capacidades cognocitivas. Pero, descuida: un cerebro solo es necesario para aprender y recordar, no para comprender y rememorar.
Luiinel> ... [Poniendo la mano derecha en su mentón, pensando] Habla como si fueran procesos de una naturaleza análoga. Que interesante, nunca lo hubiera considerado.
Keith> ¡Ah, por eso te adoro, Luiinel! Eres una de las piezas mas entretenidas en este juego. [Reclinandose en el trono con una sonrisa de satisfacción] Casi me siento tentada de quedarme contigo y no devolverte, pero se que Aludra intentará hacer lo indecible por devolverte a la vida, así le tome varios años.
Luiinel> [Visiblemente sorprendido][O_O] ¿Miss Aludra posee el poder para hacer algo tan asombroso?
Keith> No, no aun. Sin embargo, TIENE el potencial. [Girandose en el trono y abrazando sus propias piernas, sentandose de costado, encaramada en el trono] Sin embargo, para llegar a ese potencial tiene que dejarse de tantas tonterías y ser el tipo de persona que se supone que debería ser.
Luiinel> [ó.o] ¿El tipo de persona que debería ser?
Keith> [Inclinando la cabeza hacia un lado cariñosamente mientras sonrie, hablando melódicamente] Ecooo...
Luiinel> [!] *Ehem* Lo siento. [Abriendo los ojos despues de haberlos cerrado durante el aclare de voz] Lamento decir que no entiendo a que se refiere, mi dama.
Keith> *Pshh* Una aquí da confianza y le tratan con distancia. [úwu][Meneando la cabeza] No se puede con esta gente. [Abriendo los ojos y mirando hacia un lado] Aludra no está destinada a ser una bruja, sino LA bruja, [hablando dramáticamente] portavoz de la voluntad de los Ocurria, terribles y eldricas entidades mas allá del tapiz negro de las estrellas. [Volteando a mirar a Luiinel] ¿Puedes imaginarte una existencia tan épica teniendole miedo a la muerte, algo tan trivial? ¡Mirate, nada mas! Eres tan humilde que reclamas para ti mismo el modesto título de artesano y, no obstante, no solo dedicabas tus pensamientos a indagar en los misterios mas profundos de la vida, sino que has ofrecido la tuya valiente y desinteresadamente.
Luiinel> [ñ.n;] Y ahora estoy muerto...
Keith> Sí, pero estas "bien" y estamos conversando de algo trascendente e importante, ¿no es así? No temiste cuando ofreciste tu vida, ni siquiera pensaste en ello, porque estabas mas ocupado apreciandola en los demas que temiendo por la tuya. [Tornando la cabeza nuevamente] A Aludra le falta un poco de eso. *Sigh* Jamas podrá revivirte mientras le tema a la muerte...
Luiinel> [Mirando hacia abajo] ... Porque para revivir a alguien, es necesario estar por encima de la mortalidad, habiendo derrotado el miedo, y todo aquello que hace mortal a un ser común y corriente... [Alzando la mirada] ¿No es así?
Keith> ... [Volteando a mirar a Luiinel por unos instantes y luego sonriendo ampliamente] ¡Por ESO te amo, Luiinel! [Cerrando los ojos con fuerza y sonriendo, moviendose un poco en su silla de manera rítmica][>w<] *Agh* ¡Que envidia me daaa!, ¡Pensar que te tendré que devolver!
Luiinel> ... [ó.o]
Keith> *Sigh* [Volteando a mirar a Luiinel] En fin, calculo que a Aludra le tomará de unos 3 a 5 años sobrepasar su mortalidad para volverse una "Uncommon", así que tenemos muuucho tiempo para conversar. Capaz te estas cansando allí parado, ¿quieres que te haga aparecer una silla?
Aun cuando mi exterior era calmo, es probable que esa persona estuviera totalmente al tanto de que estaba terriblemente revuelto por dentro y que aun me encontraba en shock ante el descubrimiento de mi propia muerte. No obstante, quizas no era eso lo que realmente me molestaba. Pensaba que era su voz, pero entonces me dí cuenta de que no era su voz, ni siquiera sus palabras, sino lo que implicaba el oirla: el estar muerto. Saber que había caido en combate defendiendo a un par de damas tan talentosas y que mi esfuerzo no había sido en vano me recomfortaba, pero no podía evitar sentirme mal conmigo mismo. No obstante, no era por la comprensible preocupación por aquellos a quienes yo mas quería y estimaba sino, justamente por todo lo opuesto: estaba molesto conmigo mismo porque, por mas que buscaba emociones en mi corazón, no podía siquiera encontrar mi corazón. Estaba, existía, pero en algún recondito y distante lugar del universo muy, muy lejos de aquí. Podía contemplar todo lo que sucedía con la parsimonía de un elfo, sin ser afectado en lo mas mínimo, siendo toda respuesta emocional de mi parte mas un reflejo social e intelectual que un verdadero sentir. En cierta manera, me parecía deshonesto, pero no me molestaba. ¿Como podría, cuando no sentía absolutamente nada? Era eso lo que realmente me molestaba, pero era esta la colera mas insípida que jamas hubiera creido ser capaz de experimentar, insípida y desapasionada como una manzana esculpida en hielo. Al parecer, este es el sabor de la eternidad.
- Luiinel Teludel Raseousel Gwillbel
Artesano
