Las Cartas De Rol-Tan - V: Una Despedida Sin Palabras

Empyrea
(Rol-Tan #8)

Querida Madre Natibeth:

Recibí tu última carta hace unos dias y, debo admitir con franqueza de que, en un principio, pensaba que lo que decías era demasiado radical, especialmente despues del maravilloso tiempo que he pasado al lado de Minaken. Pero, despues de lo que he escuchado hoy, no puedo mas que darte la razón.

No me gusta. Esta sensación horrible y repugnante en el pecho, como si estuviera haciendo algo malo, cuando es algo que debí aceptar desde un principio. Me siento derrotada, aun cuando he dado lo mejor de mi. No debería. Debería sentirme orgullosa de poder regresar a casa sin irme en una ambulancia, regresar a casa con mis maletas. Aun así, en verdad, no puedo evitar sentir rabia e impotencia. Regresaré para ver a Hidden-san y decirle... que tenía razón: nunca hubo la oportunidad de ser su amiga.

De verdad creía que era posible. De verdad creía que lograría que me apreciaran, pero he fallado. Hoy hablé con uno de ellos, y le pregunté a la cara el por qué no era capaz de disfrutar lo que le brindaba, por que venía a mi si mi servicio se le antojaba tan desabrido. El dijo...

-"Porque en este mundo existen noticieros, no quiere decir que me quede a mirarlos...".

Me quedé de una pieza. Si hubiera estado menos sorprendida, quizas me hubiera puesto a llorar, pero ni siquiera eso pude hacer. Por el contrario, me incliné ante el en una venia y le dije:

-"Gracias... era lo que necesitaba escuchar."

Y era cierto: necesitaba que me lo dijeran a la cara, que me dijeran que no les importaba, que les daba igual, que podría haber sido la mejor del mundo en lo que hacía y no hubiera importado, porque a ellos nunca les importó. Yo, tan solo, era un medio para un fin insulso: matar el rato. Pero tengo dignidad, Mamá Natibeth, y no voy a permitir que se me rebaje de esta forma. No hoy. No mas.

No esperaré. No me despediré. No diré que lo siento mucho, que los extrañaré, que siempre estarán en mi corazón, que me llevaré los mejores recuerdos conmigo, o lo que sea. No diré nada. Tan solo tomaré mis cosas y me marcharé. Nunca les importó realmente que estuviera aquí... así que no les importará cuando me vaya sin decir palabra alguna. Lo lamento, Mamá: realmente di todo de mi... y no fué suficiente. No para ellos, al menos: nada sería jamas suficiente. Esperame: estoy regresando a casa en este momento, solo dejame clausurar todo.

Con amor:
Empyrea B. Tel'Hoon Paxx

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